La Llegada
—Debemos prepararnos, Alice dice que los Vulturis llegaran mañana al mediodía—Dijo Aixa y esas palabras retumbaban en mi cabeza.
Por mi culpa, todo era por mi culpa. Mi familia se vería implicada en un peligro como este y todo por mi terquedad. Un ligero apretón en mi mano me saco de mis pensamientos.
Jacob, como siempre me estaba acompañando en la buenas y malas.
— ¿Y qué vamos a hacer? —pregunto Jacob.
—Si ellos quieren luchar, lucharemos—dijo Aixa, eso me hizo estremecer.
—Buscare a la manada, Ness quédate con Aixa—Jake se alejo hacia el bosque mientras Aixa tomaba mi mano.
—Vamos querida, te esperan en tu casa.
Fuimos inmediatamente a la casa grande. Cuando pasamos la puerta mamá y papá se acercaron a mí para abrazarme.
Note que antes de que yo llegara estaban en una conversación—seria—ya que todos estaban reunidos en la sala de estar observando al tío Jasper, pero al parecer la conversación había terminado.
—Perfecto, los Vulturis acaban de encontrar una cucharada de su propia medicina. —dijo el tío Emmett con una sonrisa. A pesar de la situación no podía ponerse serio.
— ¿Me pueden explicar de que hablan? —exigí.
La tía Alice se acerco a nosotros—a mí, a papá y mamá—, estaba un poco seria y me tomo de la mano para acercarme al tío Jasper.
—Como sabes, tu y Aixa son más fuertes ahora—empezó a explicar la tía Alice yo asentí—, pero Bella y Edward se oponen rotundamente a que tu luches y es lógico que se nieguen a esa sugerencia.
—Sí, pero Aixa está dispuesta a ayudarnos ya que le tiene rencor a los Vulturis—dijo el tío Jasper—, con sus habilidades tendremos mucha ventaja. Claro si es que hay pelea.
—Pero, yo no quiero que ustedes se arriesguen de nuevo por mi—dije recordando la vez que vinieron los Vulturis cuando era pequeña—esto es cosa mía y yo soy quien tiene que arreglarlo—me angustiaba solo de
pensar en quien podría salir herido.
—Cariño, estamos aquí para ti—decía la tía Rosalie acercándose a mi—para eso es la familia y te vamos a proteger cueste lo que cueste.
—Ellos tienen razón—dijo Alec a quien no había notado—, te vamos a proteger como sea.
Yo sonreí, Alec volvía a hablarme o eso creía.
—Bueno, hay que alistarnos para mañana ya que tenemos muy poco tiempo—dijo el tío Jasper saliendo por la puerta y los demás detrás de él.
Quedamos en la casa solo mamá, papá y yo.
—Renesmee Carlie Cullen—dijo mamá en tono severo— ¿Cómo se te ocurre irte así? No sabes lo angustiados que estábamos—estaba enojada de verdad.
—Es que… es que me sentía muy débil mamá—ya no sabía cómo explicarle porque veía el dolor que le causo mi escapada.
— ¿Eso no es excusa, que parte de siempre te vamos a proteger aunque seas la más fuerte de todos y puedas acabar con un ejército de vampiros sedientos de tu sangre no entiendes? —dijo papá
Yo no pude responder a esa pregunta, ya que después de analizar lo que hice ellos tenían razón, aunque odiaba sentirme vulnerable ellos siempre me protegería.
Las lagrima se desbordaron de mis ojos—ya se me estaba haciendo costumbre llorar—, y yo seguía sin decir palabra.
—Lo… siento—logre decir.
Mamá y papá se acercaron para abrazarme, sentí un beso en el cabello.
—Solo promete que la próxima vez que vayas a hacer una locura, consúltalo primero—dijo papá.
—Y también recuerda, que estas castigada cuando todo esto acabe—termino mamá
Yo sonreí, un castigo es lo que menos me daba miedo en estos momentos.
—Bueno vamos con Jazz—dijo papá quien salió de la casa con mamá abrazada a su cintura.
Salí detrás de ellos hacia el claro detrás de la casa, todos estaban practicando algún tipo de “estrategia para la batalla”.
—Quédate aquí Nessie—dijo papá y yo le hice caso quedándome en el extremo más alejado del claro.
En eso vi llegar a los lobos, había muchos pero solo reconocí a los que ya conocía. Como a Sam que también estaba ahí, pero yo solo buscaba a un lobo que por cierto no estaba.
Alguien se acerco a mí, era Jacob—en forma humana—, quien se sentó a mi lado y yo apoye la cabeza en su hombro.
— ¿Por qué no duerme? —pregunto Jacob.
—Porque no tengo sueño—dije con un bostezo.
—Si claro—y se rio por lo bajo.
Yo solo miraba a mi familia y amigos prepararse para mañana y no me quería ir de ahí por nada del mundo. Para distraerme y olvidar lo cansada que estaba pensé en Aixa.
El tío Jasper había dicho que les tenia rencor a los Vulturis, me pregunto porque y que hacía con ellos como su nueva integrante de la familia. Me la puse a observar, ella sí que se veía más fuerte que antes, mi sangre había hecho lo que tenía que hacer con su cuerpo.
En cambio yo, me sentía igual que antes insignificante para casos como estos y obviamente no podría luchar para defender lo más preciado que tengo, mi familia.
…
Sentí que unos brazos calientes me estaban cargando, supuse que serian los de Jacob. Me llevaban a algún lugar pero tenía tanto sueño que no podía abrir los ojos. En eso sentí que me dejaban en algo cómodo por eso abrí los ojos y vi a mi Jacob.
Detalle el lugar donde estaba, era mi habitación y Jake me había dejado en mi cama.
—No quiero dormir—proteste con voz pastosa.
—No me importa, aquí te vas a quedar—respondió el en un susurro.
—Entonces, quédate conmigo, por favor—rogué.
El me miro por un momento, luego se acerco y se acostó a mi lado, yo me abrace a su cuerpo.
—No sabes cuánto te extrañe—dije somnolienta.
—No sabes lo feliz que me haces cuando oigo salir esas palabras de tu boca.
Yo sonreí. Intente levantar mi cabeza para observarlo pero el cansancio no me dejo. El se dio cuenta de mi tonto esfuerzo y se bajo para que nuestras caras quedaran a la misma altura.
—Mucho mejor—dije sonriéndole.
El se acerco a mí y rozo mis labios con los suyos, cuando abrí mis ojos los de el todavía estaban cerrados, aunque sabía que estaba despierto.
—Jake, tengo miedo.
—No tienes porque—respondió abriendo sus ojos para observarme dulcemente.
—Si tengo y lo sabes, temo por mi familia y por ti. Temo de que todo salga mal y si eso pasa seria por mi culpa.
El me miro por un momento, como si estuviera pensando lo que le había dicho hace unos segundos y nunca lo negó.
—Ya cálmate, debes dormir.
Esta vez hice caso y cerré mis ojos y lo último que recuerdo fue un beso tibio y dulce en mi frente.
…
Desperté y me sentía un poco tensa, sabía que dependiendo de lo que pasara hoy muchas cosas cambiarían.
A mi lado estaba Jacob, roncando. No quería despertarlo y por eso me moví lo más lento que pude. Logre pararme de la cama sin despertarlo y de ahí me fui al baño para mi rutina matutina que ya parecía que tenía un mes sin hacerla.
Me mire al espejo y note que estaba hecho un lio, aparte de esos ojos rojos que odiaba mi pelo estaba hecho una maraña y note unas leves ojeras debajo de mis ojos.
Decidí bañarme para relajarme. No sabía que ora era y tampoco lo quería saber ya que eso me pondría tensa otra vez.
Cuando salí del baño—vestida—, Jacob ya no estaba acostado sobre mi cama. Por eso decidí bajar para desayunar ya que por primera vez sentí hambre de verdad.
Había un olor agradable de huevos y tocino que me hicieron correr escales abajo, y cuando llegue a la cocina solo estaba la abuela Esme.
— ¿Dónde están los demás? —pregunte.
—Siguen en el claro querida. ¿Quieres desayunar?
—Sí, es increíble el hambre que tengo.
—Bueno sígueme.
Ella se dirigió al comedor, cosa que me pareció un poco extraña ya que casi nunca lo usábamos pero no le pregunte. Cuando cruce la puerta vi a Diecisiete chicos sentados muy apretados en nuestra mesa del comedor.
—Hola Ness—escuche decir a uno y luego todos saludaron a la vez.
—Eh… Hola, y buen provecho.
Escuche un gracias de parte de todos, y por eso el sonido fue demasiado fuerte. Observe a la abuela quien tenía una sonrisa.
No sabía dónde me sentaría si es que quedaba comida. Me puse a buscar con la mirada a Jacob y lo encontré en la punta de la mesa. Camine por el apretado lugar hasta llegar a él.
—Hola—salude, y él me sonrió con la boca llena y yo puse los ojos en blanco.
—Pásenle la silla a Renesmee—escuche decir a la abuela Esme. Todos la pasaron hasta que llego a donde me encontraba con Jacob.
Jake se hizo a un lado y yo puse la silla para sentarme junto a él. Tome un plato y me serví de lo que había—Huevo, tocino y rollos de canela—, y empecé a comer.
Ya todos habían terminado menos yo que apenas empezaba, y estaban hablando cada quien de sus cosas. Tome mi tenedor y agarre un poco de huevo cuando llego la tía Alice y dijo:
—Vengan, ya están cerca.
Todos se pararon juntos, como si ya lo hubieran ensayado y caminaron fuera del lugar que estaba muy callado sin su presencia. Deje de comer y los seguí ya que yo era la que tenía que estar presente.
Cuando llegue al claro, todos mis familiares se paraban juntos en una línea recta y los lobos a los lados. Había un sol radiante de esos que nunca hay en Forks. La hermosa piel de mi familia brillaba como mil diamantes.
Esto me recordó a un sueño, que me pareció haber tenido hace ya tanto tiempo. La diferencia eran Alec y Aixa que estaban de nuestro lado, y en la línea de los Vulturis no habría nadie que me apoyara.
Camine hasta pararme frente a mis familiares, todos me observaban sorprendidos, hasta que los sentí. Voltee la mirada pera verlos llegar.
Uno por uno se fue acomodando en el claro desde la capucha más clara hasta la más oscura. Cuando todos estuvieron acomodados se quitaron la capucha de las caras a la vez dejando ver el brillo de su piel.
—Carlisle—dijo Aro, y su voz hizo que mi piel se erizara.
Awww¡¡¡¡¡ me encataaaaaaaa¡¡¡¡¡ Dios esos Vulturis son una lata¡¡¡¡¡¡¡¡ ¿porqué odian tanto a los Cullen? no lo entiendo, sigue así la historia me encantaaaa
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