sábado, 3 de diciembre de 2011

1.- ¿De Dónde Vienen Los Bebes?

Nessie Tiene Algunas Preguntas…


Una mañana, Edward Cullen estaba sentado, en la sala de su casa, leyendo un libro. Toda la familia Cullen había salido de caza, incluyendo a su amada esposa, Bella. El, por su lado se había quedado para cuidar a una de las razones de su existencia… su princesa, su hija, Reneesme. La niña, dormía profundamente en su habitación, en el piso de arriba.

Dejo lo que hacía, al escuchar la mente de su hija. Ya había despertado. Fue a la habitación de su pequeña y se la encontró restregando sus tiernos ojitos color chocolate con sus pequeñas manos. Ella luego bosteo y su cabello dorado cayó en sus hombros, mostrando unos perfectos rizos. Llevaba su pijama de seda azul zafiro y abrazada a "Pookins" su osito de felpa. Tenía un aspecto realmente adorable.

Inmediatamente, alzo sus bracitos hacia su padre. Edward se acerco y la cargo, al tiempo que ella lo abrazaba.

-Buenos días, papi – dijo con su dulce vocecita cantarina.

-Buenos días, princesa – respondió mientras le besaba la coronilla.

La llevo al baño para que cepillara sus dientes y cubriera sus necesidades humanas. Cuando salió, ya se había lavando la cara, por lo que se había despabilado por completo. Traía sus ojos muy abiertos, eso significaba que estaba completamente despierta y lista para aprender todo lo que aun no sabía.

-Y bien… ¿Qué quieres desayunar? – le pregunto el vampiro, mientras bajaba las escaleras con su princesa sobre su amplia espalda.

-Mmm…, el cereal que tiene muchos colores.

Su padre río – Valla que te gusta ese cereal.

-Me gustan los colores, papi…

Llegaron a la cocina y no dejo que su padre la ayudara a sentarse. Renesme bajo de su espalda y se acomodo solita, pues siempre decía: "Ya estoy grande, papi"
…Bueno, esas no eran las palabras que un padre quisiera escuchar de su hija cuando apenas tenía dos años, un aspecto de cinco y mente de 7.
Edward, Saco un tazón y como cualquier padre humano sirvió leche y su cereal favorito (por los colores)…

Se sentó frente a la niña y la miro comer por un rato. El lector de mentes escuchaba las miles de cosas y preguntas de niños que pasaban por su mente: sus juguetes, quería una mascota, ¿existía Harry Potter? (esa lo hizo reír). Luego de desayunar haria un dibujo de ella y Jacob como perrito, y después lo llamaría para enseñárselo y jugar con él. Como siempre el estaba en sus pensamientos, era algo inevitable y el lo sabia mejor que nadie. Edward podía ver sus pensamientos junto con los de Jacob y la adoración que sentía uno por el otro, era algo…tan puro. Jacob la veía como la niña que era y por la que daría la vida si era necesario y ella como el chico gigante que tonteaba con ella y era extremadamente lindo.
“no deberían pensar eso ¡apenas tiene un año de vida” – pensó su padre
…¿Desde tan temprano tendría que experimentar los celos de padre? – bufo – creyó que eso no debía preocuparme como dentro de unos 16 o 17 años.

La pequeña, después de mucho pensar, se dio cuenta que no había nadie en casa. Si, Renesme, era algo distraída. Más de lo que lo era un vampiro. Su parte humana predominaba por ese lado y era comprensible, tomando en cuenta que se preguntaba absolutamente todo… ¿Harry Potter? No era una pregunta muy común.

-¿Dónde están todos? – pregunto ella rompiendo el silencio. Al menos el que había para ella, ya que Edward oía sus pensamientos

-Salieron de casa, cielo.-explico con suma paciencia como estaba acostumbrado.

-¿También mama?

Edward asintió.

Ella, medito por un rato y luego siguió devorando su desayuno. Su padre escucho las dudas en su mente y cuando una idea, algo incomoda, surco en su cabecita, el se paralizo al instante. Sin embargo, Edward dejo que se expresara en palabras.

-Papi, ¿De dónde vienen los bebes?

¿Exactamente hoy Bella me tenía que dejar solo? ¿Cómo le explicaba eso a su hija? – pensó el vampiro.

-Pues… veras cariño – la niña lo miraba muy interesada - ¿Quién te ha creado esa duda?

-Jacob me dijo que te peguntara…

Maldito chucho, lo dejaría sin un solo pelo, por corromper a su hija.

-¿Por qué le preguntaste eso?

-Curiosidad – dijo mientras se llevaba más cereal a la boca.

Se lo explicaría de la manera más sutil que le fuese posible. Decidió con mucha convicción.

-Cariño, cuando dos personas se quieren mucho…

Ella lo paro con su pequeña manito.

-Antes de que empieces papi, Jacob ya me dijo que la cigüeña y la flor y la abeja son mentiras, así que di la verdad.-sentencio Renesme con una mirada severa.

¡Mierda! ¡Jacob Black moriría!

-Pues…cuando se quieren… las personas se casan…

-¿Como tú y mami?
El asintió y dio una pequeña bocanada de aire.

– Y luego…. Vienen los bebes – no le había mentido solo había resumido.

-¿Eso es todo?-inquirió alzando una ceja

-Sí.

-No te creo – dijo haciendo un puchero adorable.

-Eso es todo, cariño.

Frunció el ceño y siguió con su desayuno.

Por la tarde la pequeña se había dedicado a preguntarle toda su familia de donde venían los bebes. Pues no le había creído nada a su padre.

Bella dijo: Mmm, cielo…veras…mmm, los compramos por internet.

Esme: Princesa, eres muy pequeña aun…

Carlisle: Nosotros los doctores…los hacemos en el… hospital. Si, por eso salen de allí.

Alice: ¡Vienen de Paris!

Jasper: Lo que dijo tu tía Alice.

Nessie estaba cansada de preguntar y ninguna respuesta la convencía. Luego de ducharse, mientras Rosalie cepillaba sus rizos, le pregunto:

-Tía Rose…

-Dime, cielo.

-¿De dónde vienen los bebes?

-Mmm…eres muy pequeña.

-¡No se vale esa excusa ya la uso mi abuelita Esme! ¡Al menos inventa otra!

-Mmm…tu padre me materia si te lo digo.

-No le diré nada – murmuró.

-Sabes que él lo sabrá.

-Solo dímelo – pidió haciendo un puchero.

-Bueno…los bebes…

-¿De dónde salen? ¿Cómo se hacen?-pregunto muy impaciente

-Salen de… su madre y vienen de…Babyland – “mierda”-penso la rubia.

Nessie alzo una ceja - ¿Qué es babyland?

-Emm… la cuidad de las personas en miniatura.-explico Rosalie como si todo el mundo lo supiera.

Su pequeña sobrina, se cruzo de brazos y suspiro – Estoy hecha un lio, todos me dicen cosas distintas.-murmuro desconcertada.

Un rato después…

Ness escuchó que el único integrante de su familia que no había estado en casa regresaba. La niña, se levanto a recibir a Emmett dejando a Rose sola en su cuarto. El vampiro, como siempre, venía con unas reservas de sangre para su sobrina.

-¡Tío Emmett! – salto la pequeña a sus fuertes brazos de oso.

-¡Enana! – El apretó entre sus enormes brazos – mira lo que te traje, pero es un secreto tu madre, sabes cómo es de histérica…

La pequeña le sonrió con complicidad y le beso la mejilla.

-Gracias.

-De nada, cariño.

-Tío…

-Dime.

-Tengo una pregunta…

-Vamos dile al tío Emm, el sabio Emmett.

-¿Cómo se hacen los bebes?

Emmet sonrió ante su ocurrencia.

-Pues…cuando mami y papi se quieren mucho, tienen sexo, Nessie – respondió con tono tranquilo e informal.

-¡Emmett! – se escucho un grito unísono de toda la familia.

La casa casi se vino abajo con semejantes rugidos. Emmet, desapareció, tal como había llegado, dejando a su sobrina con otra posible pregunta.

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