viernes, 4 de febrero de 2011

Capitulo 2


De vuelta a nuestro hogar (Renesmee)

No nos tomo tanto tiempo como creí tener todo listo para nuestro viaje, claro que con una familia tan distinta a las demás familias no se podía esperar otra cosa. Me sentía feliz porque iba a ver a la gente con la que nací y crecí, a las personas que tanto quiero. Me daba un poco de tristeza dejar al clan Denali sobre todo a Kate y Carmen, pero extrañaba mucho a ciertas personas como para quedarme solo por ellas.

Desperté con mas animo que cualquier otro día, a pesar de que la rutina no cambio tanto. Desayune con la abuela Esme sus riquísimos huevos fritos y tocino era una de las únicas comidas humanas que me encantaban, ya que prefería una dieta… ¿Cómo decirlo? Vampírica. Luego fui a recoger mis cosas a mi habitación para meterlas en el auto e irnos al aeropuerto.

Necesitas una mano Nessie? me había dicho el tío Emmett Por supuesto tienes mil veces más fuerza que yo, y con todas estas maletas necesitare mucha ayuda.

Ya veo que mamá nunca exagero al decir que la tía Alice no nos dejaba repetir una sola prenda, desde el día en que nací no he repetido ni la ropa interior. En esta familia tienen un trastorno obsesivo - compulsivo con la ropa nueva. Al tener todo listo para partir pasamos por la casa de Tanya a despedirnos.

Oh! ¿Ya se van? dijo Carmen, dándome un abrazo enorme te extrañare mucho Nessie, y todos ustedes no se olviden de visitarnos pronto.

O nos verán obligados a ir a Forks dijo Kata quien abrazaba a Garrett.

No se preocupen, creo que nos veremos seguido dijo papa somos familia y debemos permanecer unidos.
Todos se despidieron con abrazos y apretones de manos. El ultimo en despedirse fue Eleazar que me dijo: 

extrañaremos tenerte por aquí pequeña y me beso la frente.

Luego de la despedida, que me costo mas de lo que pensé partimos al aeropuerto. Era un viaje largo pero iba conduciendo papa asi que no fue tan largo como cuando maneja mama. No se porque no le gusta la velocidad, si tiene mejores sentidos que cualquier ser existente en el planeta. Cada vez me sentía mas cerca de casa y con esa sensación crecia una emoción dentro de mi, voy a explotar de emoción. Mi mama me miraba y le toque el rostro para demostrarle lo que sentía. Se lo mostre luego me agarro mi mano entre las suyas y la beso delicadamente.

El abuelo Carlisle me toco el hombro y pensé que quería saber lo que compartía con mama, y por eso le fui a tocar la mejilla y se negó Nessie debes acostumbrarte a hablar mas seguido, sabes que los humanos no pueden saber de tu habilidad, si quieres decirme algo solo dilo eso me hizo frustrarme, ya que prefería comunicarme de esta manera la mayoría del tiempo, no es que me gusta andar de muda ni nada por el estilo, pero creo que es mas sencillo. De todas maneras le di la razón y asentí a lo que me dijo.

En el avión no podía dormir de lo inquietada que estaba y todo lo que me pasaba por la cabeza era como estaría el abuelito Charlie, Sue, Leah, Seth y sobretodo Jacob. Mi gran amigo Jacob, mi compañero de juegos, mi amigo, mi hermano, mi todo. Lo extrañaba de verdad.
Cuando pisamos tierra en el aeropuerto de Seattle me di cuenta que tenia hambre y se lo hice saber a mama Mamá tengo hambre ella me observo y me tomo de la mano para llevarme a una cafetería del aeropuerto. Detrás de nosotras vino papá pisándonos los talones.

¿Qué quieres de comer cariño? dijo mama con aire despreocupado algo dulce, que tal un rollito de canela le sonreí con ganas.

Renesmee, no debes comer tanto dulce no es bueno para ti me aviso papá Pero, la temperatura de mi cuerpo quema el azúcar volví a sonreír por favor papá le rogué y en ese momento vi la derrota en sus ojos. Me compró el rollito de canela que no era ni la mitad de bueno de los de la abuela Esme y una coca-cola.

Nos tocaba una hora en avioneta a Port Angeles y luego otra más en carro para llegar a Forks, claro que esa hora se acortaría por como conducían mis tíos y papá. Ya estábamos de camino a Forks y mi ansiedad aumento. Me felicidad se reflejaba en mi rostro con la enorme sonrisa que tenia, y que al parecer era contagiosa porque el que me mirara me devolvía la sonrisa tan amplia como la mía. Solo podía ver lo verde de los bosques de Forks imaginando a ciertos lobos corriendo por ahí.

Llegamos directamente a nuestra casa en las afueras de Forks, eso me desilusionó porque quería ver directamente al abuelito pero mi mamá me explico que primero debía hablar con el de mi crecimiento avanzado para que no se sobresaltara al verme. Eso me recordó una discusión entre mama y Jacob el día que conocí al abuelito.

Entramos a la casa y todo estaba tal y como lo recordaba, que felicidad al fin estaba en mi hogar.

mamá, papá quiero ir a nuestra casa en el bosque les dije con una sonrisa enorme.

ya iremos cariño, primero debemos acomodar algunas cosas por aquí, y arreglar los papeles para que entres a la escuela si es posible mañana mismo respondió papá que se le veía tan feliz como a mí.

pues ¿puedo llamar a Jacob?, quiero verlo enserio mamá y papá se observaron por un momento fugaz que para cualquier humano ese movimiento no hubiese existido, pero para mí sí— ¿Qué ocurre? ¿Puedo llamarlo? Me contesto mamá por supuesto cariño dile que venga cuando pueda.

En ese momento corrí al teléfono para marcar el numero que tan bien me conocía. Espere mientras repicaba y me contesto Billy ¿Diga? eh, Billy soy yo Renesmee, ¿Cómo va todo?
¿Renesmee? Cuanto te ha cambiado la voz pequeña exclamo con tono de sorpresa eh, si eso creo, ¿esta Jacob? si claro, ya te lo llamo.

Espere unos segundo a que me contestaran si, diga? Jacob, soy yo Nessie Nessie, preciosa ¿como estas? ¿de donde llamas? Llame a tu casa y nadie respondió, ¿A dónde se fueron? pregunto alarmado.

Jacob no te apresures, nos mudamos, pero nunca adivinaras a donde se sentía la alegría en mi voz ¡estamos en Forks! Estoy tan feliz, extrañaba mucho este lugar.

— ¿estas bromeando cierto? me había preguntado.

nunca bromearía con eso, ¿qué te pasa? Estoy muy emocionada espere una respuesta ¿Jacob, sigues ahí?

eh, si lo siento me distraje con algo que le pasaría y que vivirán en la misma casa y todo lo demás.

por supuesto ya estamos en la casa grande, ¿quieres pasar por aquí? Ven por favor.

Claro en cuanto pueda estaré allá.

Estoy feliz le dije por enésima vez será como los viejos tiempos.

Por supuesto, oh eso espero respondió, lo note un poco preocupado hablamos luego te quiero pequeña.

Adiós y tranco la llamada. Que le pasaba, bueno quizás eran cosas de lobos. No importaba porque no me cabían problemas en la cabeza. Al fin estaba en casa, en mi hogar y eso me hacía más que feliz.

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