jueves, 8 de diciembre de 2011

Los hermanos Van Ewen

Pensé ¿Quién será esta vez?, pero para agrandar mí sorpresa se pararon dos jóvenes, un chico y una chica, y al mismo tiempo preguntaron:
-¿Quién de los dos? (se voltearon a ver y miraron al profesor)
-umm, veamos,… Stephan tú estás libre te sentaras con miranda, Leeanna tú te sentaras con Demiand
-profesor yo no,…
-sin peros Stephan, sabes que no me gustan los reproches, tendrás que poner al corriente a tu compañera
-como quiera (bufo)
Me miro con mala cara mientras me sentaba pero no le di importancia, no era la primera vez que no le caía bien a alguien, así que no me importo.
-mira, no es necesario que hagas nada por mí, yo puedo arreglármelas (lo interrumpí antes de que pudiera decirme algo)
-aah, yo solo iba a presentarme, soy Stephan Thomas Van Ewen (me dio una mano de manera formal)
-ooh, perdón, Miranda, Miranda Elizabeth Williams (me dio algo de pena haberle hablado así)
-un placer, perdón si te pareció molesto de mi parte mi comportamiento…
-no tengas cuidado, no hay problema (sonreí)
-no, enserio no quiero que pienses lo peor de mí, es solo que detesto que algún hombre se siente con mi hermanita (este se refirió a ella como si tuviera 8 años) sobre todo que se lleve con el tal Demiand (este dijo su nombre con repulsión)
-aah, ya veo (me pareció extraño su comportamiento), y ¿Por qué motivo no te agrada Demiand?
UPS, ¿salió de mi boca eso?, cómo me odiaba, pero la indiscreción siempre fue parte de mí.
-si no es indiscreción
-aah,… él y yo,…para ser más claros y directos nuestras familias nunca se han llevado bien (este se perdió en una vaga fantasía)
-perdón por inmiscuirme en asuntos privados.
-No hay cuidado, no eres intrusiva, no lo sabias.
Demiand entro por la puerta de golpe su mirada dulce tomo un rumbo diferente, parecía enojado, como si la persona que odiase le hubiera dado un golpe bajo, me miro y su mirada se desvió hacia la hermana de Stephan, hablaron por un momento, casi debatiendo y después se callaron.
Me incomodo un poco la presencia de Stephan, tenía una mirada muy rara, como si te desnudara con su mirada. Me miraba muy seguido y se volteaba, y pensé lo más obvio, que tal vez si le caía mal pero por no hacer un problema grande y opto por no decírmelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario