domingo, 27 de febrero de 2011

Capitulo 12







La fiesta.



Estaba sentada en un tronco caído en el bosque cerca de nuestra cabaña. Todo estaba tan tranquilo que tenía un mal presentimiento.
Sentí una mano fría en mi hombro que me sobresalto, voltee y vi a Alec Vulturi mirándome con aspecto ausente.

— ¿Qué haces aquí?

—Vine a saludar— dijo con tono sarcástico, puse los ojos en blanco. — vine a advertirte, ya te lo había dicho.

—Perdón, ¿Cuándo nos habíamos visto?, estos han sido solo sueños.

—No estés tan segura de eso, de verdad los Vulturis te quieren. Sabes eres un material muy interesante.

—No bromees, ¿estos no son sueños?

Desperté, esto era muy extraño. Pensé al principio que solo eran sueños, pero ¿y ahora? ¿Qué significaba esto? Que chocante eran estos sueños, ¿o no eran sueños?

Basta de pensar eso, lo dejaría para mañana ya que hoy era mi cumpleaños y no debía ser un día de preocupaciones.

Me pare de un salto de mi cama, con una emoción que no se veía todos los días ya que hoy sería mi fiesta y podría presentar a mis nuevos amigos con mis mejores amigos.

Me vestí, como siempre, con ropa nueva. Me puse un suéter color arena y unos jeans desteñidos en las rodillas recogí mi cabello en una cola de caballo y salí de mi habitación a ver a mi familia.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! — dijeron todos al unísono. Sonreí y abraca a cada uno de mis familiares, incluyendo a Jake. Fueron muchos saludos parecidos como feliz cumpleaños princesa, o cariño pero todos fueron los abrazos más cálidos del mundo para mí (a pesar de lo fríos que eran). Amaba a mi familia con locura.

— ¿Qué quieres desayunar Nessie? —dijo la abuela Esme, quien abrazaba con cariño al abuelo Carlisle.

—Huevo frito— dije sin pensar, era una de mis comidas favoritas a pesar de lo sencilla que era. Escuche las risas ahogadas de mamá y papá.

La tía Alice no estaba en la cocina en el momento en que entre, pero antes de que me dieran mi desayuno entro con una pequeña cajita envuelta en papel rojo y un lazo rosa.

Me la entrego con un simple feliz cumple princesa y me abrazo con cariño, la abrí con entusiasmo. Al quitarle el papel la caja tenía una foto de mi familia, y tenía escrito lo mismo que mi viejo relicario en su parte inferior: “más que mi propia vida…”

Abrí la cajita y adentro estaba mi relicario, mi mp3 y un collar de plata que nunca había visto. La cadena era muy fina como un hilo y tan brillante que indicaba lo nueva que era, lo saque de la cajita para ver lo que colgaba de ella. Era el escudo de los Cullen en forma de corazón, y era tan pequeño como el tamaño de la uña de mi dedo pulgar.

Mire a la tía Alice sorprendida, nunca pensé que este seria exactamente mi regalo, y era perfecto.

—Gracias— y me lance en sus brazos, y ella con un movimiento rápido me lo puso.

—Se te ve genial— dijo la tía Rosalie.

— ¿Por qué nunca habíamos pensado en dártelo, si todos tenemos uno? — dijo el tío Jasper.

—No lo sé, pero es el regalo perfecto. Gracias a todos.
Recibí una nueva ronda de abrazos de todos menos de Jake, el solo se acerco y se paro frente a mí.

—Mi regalo, lo recibirás en la fiesta.

—Ya te lo dije, no era necesario.

—Pero, también dijiste que se lo dejabas a mi imaginación.
Puse los ojos en blanco, y mire a papá a ver que escuchaba en los pensamientos de mi amigo, pero tenía una expresión confundida.

—Tu mente es extraña Jacob— dijo papá.

—No la escuches si no te gusta—dijo Jacob riendo y picando un ojo.


Hoy no iría a la escuela, no tenia exámenes y había muchas cosas pendientes para la fiesta, por ejemplo, yo debía arreglarme y ayudar con la decoración.
En el transcurso de día, mientras el tío Emmett quitaba los muebles de la sala me llamaron los del clan Denali para desearme un feliz cumpleaños y decirme que me debían un regalo la próxima vez que me vieran.

La tía Alice puso muchas luces de fiesta, de esas que son de muchos colores hermosos. Había globos por todas partes, del lado de la pared de vidrio había dos enormes mesas con mucha comida y también muchas rosas rojas por todas partes, en las mesas y en las paredes en forma de guirnaldas y también cadenetas de papeles plásticos rosas, rojos y blancos en forma de ondas en las paredes. Todo estaba hermoso.
La fiesta era a las siete, y eran las cinco y yo no me había alistado.

—Renesmee Carlie Cullen, no has hecho nada por ti.

—Me iré a dar una ducha para que me ayudes ¿Si?

—Está bien, pero vuela no hay tiempo. Dentro de dos horas llegaran los invitados.

Le di un beso en la mejilla para que no se enojara y subí corriendo camino a mi habitación.

Papá y el tío Emmett habían salido a busca el sonido para la música, la abuela y el abuelo seguían cocinando, y el tío Jasper y mamá ayudaban a la tía Alice con la decoración. La tía Rosalie se encargaba de los atuendos que usarían los demás.

— ¿A dónde vas? — me pregunto Jacob mientras yo subía las escaleras.

—A alistarme antes de que me maten— dije sonriendo y señalando a la tía Alice. Jacob se rio.

—Iré por los chicos a la reserva.

—Está bien, dile a Leah que quiero que este aquí y a Seth que se vista muy bien que no me vaya a gastar una broma.

—Perfecto—me abrazo y me dio un beso en la mejilla— traeré tu regalo— y se despidió con un gesto de la mano.

Subí y me metí en la ducha, me moje el cabello pensando en que me haría para que se viera diferente. Me tome mi tiempo sin exagerar, salí del baño en mi bata color verde manzana llegue a mi habitación y llame a la tía Alice.

—Aquí estoy— dijo con expresión atareada.

—Soy una muñeca en estos momentos, hazme lo que quieras—dije sonriendo— se que quedare perfecta en tus manos.

Ella rio con esa risa suya que sonaba como campanitas.
Cerré los ojos y me relaje hasta el nivel de adormilarme, pero a pesar de eso sentí cuando aliso mi cabello, y cuando me maquillaba y masajeaba la piel que estaría expuesta cuando usara mi nuevo vestido. Paso mucho tiempo, tanto así que ya había iniciado la música y escuchaba la puerta abrirse una y otra vez. 
Habían llegado mis queridos amigos de la reserva, y sus risas se escuchaban muy altas.

—Esta hermosa princesa— dijo la tía Alice, yo abrí mis ojos.

—Tú te ves genial con tu cabello así— lo tenía liso y se le veía hermoso.

—Ponte tu vestido, yo también debo arreglarme— salió a toda velocidad de la habitación.

Fui en busca de mis zapatos de tacón de aguja, me los puse y se veían tan hermosos como cuando los compre. Al fin llego el momento de ponerme el vestido.

Me lo puse y me veía hermosa, mi cabello pasaba un poco más debajo de mi cadera, y estaba tan liso. Mi maquillaje era leve pero se veía bien.   
Estaba perfecta. Entro la tía Alice con la tía Rose y me miraron con ojos dulces.

—Solo te falta algo— dijo la tía Alice.
Fue hacia donde estaba mi nueva cajita y saco el relicario que era mi primer regalo de navidad y me lo puso quitando el escudo Cullen.

—Ahora sí, perfecta—dijo la tía Rose. Sonreí en respuesta de lo que dijo, ya que hasta yo opinaba que estaba linda. Las abrace con cariño y salí de mi habitación.

Baje las escaleras tome mi antifaz y me lo puse.
Busque a Jake entre mis amigos licántropos y no lo encontré, no encontré al chico del pelo largo hasta la barbilla y camisa morada. Debe ser que no había llegado.

—Feliz cumpleaños Nessie— me dijeron dos chicos que reconocí como Seth y Quil.

—Gracias— respondí.

Todos me felicitaron y me abrazaron y de todas formas no encontré a Jake.
Nos pusimos a bailar un rato, todos con nuestros antifaces y de repente sonó el timbre. Fui a abrir sabiendo que eran Christian y Nathaly.

—Hola chicos— me quite el antifaz— gracias por venir.

—Feliz cumpleaños hermosa— dijo Christian entregándome una cajita más pequeña que la de esta mañana. —mira, ella es mi novia Valentina.

—Es un placer conocerte. —era una chica linda con cara de muñeca de cabello hasta la barbilla, oscuro. Piel clara, ojos verdes y baja de estatura.

—Feliz cumpleaños— dijo Nathaly, que traía un vestido morado un poco más arriba de sus rodillas que le quedaba muy bien.

—Gracias, pasen por favor. Quiero presentarles a mis hermanos y mis amigos de la reserva.

Caminamos hasta donde estaban todos, y presente a mis tíos y padres como mis hermanos. Le toque el hombro a Seth que estaba de espalda a nosotros, y cuando voltio miro a Nath y quedo embobado.

—Eh, Seth ellos son Nathaly, Christian y Valentina. —el les ofreció su manos todos. Yo estaba confundida. ¿Por qué actuaba así?
Se acerco Sam y me dijo algo al oído— Creo que hay un pequeño problema, me llevare a Seth. — lo tomo del brazo y lo arrastro a la esquina más alejada de la casa.
¿Qué pasaba?

—Chico ya vengo, pásenla bien— me fui siguiendo a Seth y a Sam.

—Sam, ¿Qué pasa?

—No estoy seguro, déjame averiguarlo—dijo Sam con tono serio. — ¿Seth?, ¿Qué te ocurre? ¿Es lo que creo?

—No lo sé— fue lo único que respondió, tenía una expresión confundida quizás igual que la mía— es que esa chica, es como el centro de… mi vida— no comprendí.

—Lo sabia— respondió Sam con una media sonrisa— Seth, escúchame, no puedes decirle nada a ella todavía.

—Lo sé.

¿Qué pasaba aquí?, me obstine y me fui para hacer el intento de ignorarlo y fui a la pista de baile y encontré un chico de pelo corto y al llegar junto a él supe que era Jake. Al fin ¿Dónde había estado?

—Ven bailemos— dijo Jake.

Lo seguí, y me puse a bailar sin ganas.

—Jake me podrías explicar, ¿Qué le pasa a Seth? — busque a Seth con la mirada y estaba hablando con Nathaly, ambos muy entusiasmados.

—Lo que pasa es que esa chica de allá…

—Nathaly.

—Si ella, es el objeto de imprimación de Seth.

— ¿El qué?

—Es su impronta.

Quede igual de confundida que antes, si no más. ¿Qué significaba todo eso?, Jake noto mi cara de confusión y sonrió a medias ya que tenía una expresión de preocupación en el rostro.

—Vamos afuera y te lo explico.

Asentí una vez y lo seguí hasta afuera, tenía mucha curiosidad, y no sé porque pero sentí que esto prometía ponerse interesante.


Próximo capitulo: Impronta.

2 comentarios:

  1. esta historia esta de lujo todos los días entro a ver si hay un nuevo cap y te juro que me encanta la historia sigue así

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