sábado, 19 de marzo de 2011

Capitulo 18



Sangre Valiosa.


Cenamos todos juntos—Bueno, cene acompañada de mi familia— y mañana iríamos de caza para saciar nuestra sed. Papá y yo ya estábamos bien y fue una cena tranquila. Después de mi cena todos nos reunimos en la sala de estar a hacer diferentes actividades, mientras yo veía la televisión con mamá y la abuela, papá tocaba en el piano mi nana, la tía Rose y la tía Alice hablaban de moda y el tío Emmett y el tío Jasper practicaban una lucha amistosa. El abuelo Carlisle estaba en el hospital trabajando.

En eso el tío Emmett se me acerco con una sonrisa burlona en el rostro, supuse que vendría a fastidiarme pero en el buen sentido.

—Eh, Nessie estas con un lobo ahora, ¿Qué tal es eso?, al parecer es mejor que un humano con un vampiro ¿verdad Bella?

—Calla Emmett— dejo mamá riéndose de él.

—Pero es que es cierto, parece que esos gustos extraños son de familia. Una humana y un vampiro fue la sensación hasta que nació Nessie, ahora el publico estalla en aplausos cuando dicen semi-vampiro y lobo, o perdón metamorfo.

—Emmett— dijo la abuela regañándolo.

—Está bien, está bien pero es cierto.
Yo solo me reía, ya que él tenía razón. Éramos la pareja más extraña desde mamá y papá, aunque pensándolo bien todavía no habíamos acordado nada y no éramos una “pareja”.

Vi que papá me miro un poco serio, y cuando se encontraron nuestras miradas me sonrió y me hizo señas para que me acercara.   
Camine con tranquilidad hacia el piano de cola y me senté junto a él en el banquito blanco.

— ¿Quieres tocar algo para nosotros? —dijo papá acariciando mi antebrazo.

—Claro— me prepare y toque la canción favorita de la abuela Esme que me la había enseñado papá. Cuando termine este me observaba, yo le sonreí.

— ¿Qué pasa? — pregunte.

—Quiero que Jacob venga a casa mañana, quiero hablar con él.

— ¿Para qué?,  lo viste hace poco

—Sí, pero hace poco no tenía nada que ver con mi hija.

—El no es nada mío, por ahora, creo.

—Que venga mañana—dijo mamá acercándose a nosotros apoyando a papá.
Escuche las carcajadas de tío Emmett y las risas disimuladas de los demás.

—No se para que quieren que venga.

—Para asustarlo y no se acerque a ti, como cuando eras bebé y Bella ataco a Jacob, ¿recuerdas Bella? —dejo el tío Emmett en tono de burla.

—Si lo recuerdo y tal vez practique eso de nuevo, pero contigo— dijo mamá un poco fastidiada.

—Que mala eres hermanita.

—Emmett ya deja a Nessie y a Bella en paz— nos defendió la tía Rosalie.

—Lo que quieras cariño, pero no me puedes negar que tu sobrina tiene los gustos más extraños.
La tía Rosalie se rio con disimulo y yo la acompañe ya que todo era cierto. 

Luego de un rato de bromas bombardeadas por el tío Emmett hacia mí, subí a mi habitación a dormir.

Me puse la pijama y me acosté en mi cama para descansar pero por alguna razón no concilie el sueño tan rápido como quería. Paso mucho tiempo para que me adormilara y cuando me iba a quedar dormida sentí unos sonidos en la parte de la pared de vidrio.

Me pare ya que me pareció muy raro, aunque bien podía ser un animalito pero cuando me asome ahí estaba alguien parado. No supe quien era porque se fue muy rápido.

Busque mi abrigo y Salí por los ventanales a perseguir a quien estuviera por ahí. Corrí muy pronto hasta encontrarlo, la distancia era corta pero la suficiente para que nadie pudiera escucharnos desde la casa y menos papá podría leer mis pensamientos.

Me acerque al chico que estaba ahí y como supuse era Alec que estaba sentado en un tronco caído señalando un espacio para mi junto a él. Me senté esperando a ver que me diría.

—Buenas noches. —dijo Alec

— ¿Otra vez con las formalidades? —Respondí—, habla de una vez

—Sabes, para venir de una familia tan antigua y formal eres muy maleducada.

—No viniste a conversar sobre mis modales, ¿o sí?

—Tienes razón, ¿ya decidiste si iras a Italia?

—En realidad no, sería difícil aunque te dijera que si mi familia no me dejaría.

—Sería muy fácil escapar de cualquiera.

—Si claro—dije sarcástica—, en fin ¿que mas quieres?

—Eres muy perceptiva.

—Si tú lo dices— no lo negué aunque sabía que vendría por papá.

—Bien, Aro quiere verte como ya te lo he dicho—dijo haciendo gestos con las manos— es que ahora tiene mucho interés en ti por unas leyendas que escucho de este tipo padre del tal Nahuel.

— ¿Hay leyendas sobre personas como yo?

—Aunque no lo creas, si. Tiene que ver algo con tu sangre— dijo alzando sus cejas, no había notado lo expresivo que era— supuestamente su un vampiro normal toma un poco de la sangre de un semi-vampiro y luego este toma la ponzoña de este vampiro, se volvería mas fuerte que un vampiro normal y todos sus sentidos y capacidades mejorarían en un ciento por ciento.

Esto era muy interesante y me gustaría averiguar más sobre mí y mis capacidades.

— ¿Estás seguro de eso?

—Pues nadie está seguro, es algo que nos dijo el tal Joham y que obviamente a Aro le gustaría averiguar.

— ¿y eso lo haría conmigo?

—Pues, eso creo.

—No estoy dispuesta a eso, no soy ningún conejillo de indias con el que pueden experimentar.

—Está bien, no es tu obligación, solo comunico esto porque es mi trabajo.

—Claro— dije sonriendo sarcásticamente.

—Bueno, entonces… ¿andas con un lobo?

— ¿Cómo sabes eso?

—También es mi trabajo saber de ti, te sorprendería saber lo que se en estas últimas semanas.

— ¿has ido a la reserva?

—Solo hoy, me intereso saber que hacías allá.

—Hablando de interés, explícame algo… ¿te has metido en mis sueños? Sé que suena absurdo pero…

—Si— contesto interrumpiendo lo que decía.

— ¿Si qué?, Es absurdo ¿cierto?

—No es absurdo—puso los ojos en blanco—, si me metí en tus sueños.

— ¿Pero cómo? Esa no es tu habilidad que yo sepa.

—Tienes razón, pero mira esto— metió la mano es sus bolsillos y saco un collar muy fino dorado con una piedra grande y negra con un hueco en el centro. Esta tenía unos detallen en oro y una pequeña piedra roja que resaltaba.

— ¿Qué es? ¿Cómo funciona? — dije con repentino interés.

—Te la pones, y piensas en la persona de la que quieres entrar en sus sueños, mientras más sepas de esa persona mejor. Nunca se supo si servía porque siempre estuvo en manos de los vampiros que obviamente no dormimos. Aro lo tenía entre sus posesiones, y el día que me mandaron aquí lo encontré y lo probé comprobando su funcionamiento advirtiéndote que vendríamos.   

—O sea, que me has visto un par de veces en sueños, una en la escuela y ¿Luego?

—Eso será un secreto— dijo picando un ojo—, creo que deberías volver antes de que tu padre estalle y quiera matarme.

—Claro, ya debe estar preocupado. Nunca pensé pasar un tiempo “agradable” contigo.

—Yo si lo espere de ti— sonrió.

De pronto se quedo mirándome con una expresión muy extraña en el. Hoy parecía un chico normal que hasta podría llegar a ser interesante.

—Renesmee— escuche gritar a mi padre mientras se acercaba.

—Te lo dije— dijo Alec parándose para irse.

En eso llego papá y me pare del tronco caído para recibirlo y mostrarle que estaba bien.

— ¿Dónde está? — dijo refiriéndose a Alec.

—Se fue— respondí. En eso llegaron los demás miembros de mi familia, me asegure de que supieran que estaba bien y le mostré a cada uno lo que me había dicho Alec, y todos quedaron un poco tranquilos pero a la vez tensos por pensar que Aro viniera por mí para comprobar esa teoría de Joham.

Fuimos a casa, yo iba tranquila y un poco adormilada mientras los demás estaban angustiados.
Entre de una vez a mi habitación al llegar y escuchaba a medias lo que los demás charlaban sobre protegerme y de hablar con las manadas.

Yo simplemente me acosté a dormir sin preocuparme de nada ya que me parecías absurdo, yo no iría a Italia por ahora, Aro no vendría y yo no dejaría que probaran conmigo como con rata de laboratorio. Eso era todo lo que tenía en mi mente y tanto me agoto que quede rendida en un solo instante al tocar la almohada.   

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