domingo, 20 de febrero de 2011

Capitulo 9

Exceso de preocupación.


Desperté, notando una luminosidad no muy común de estos lugares lo que significaba que hoy era un día soleado. Había tanto calor hoy.

Fui a pararme y no pude, y note la fuente de ese exagerado calor, Jacob durmió abrazado a mí. Lo moví poco a poco para no despertarlo, ya que seguro había dormido incomodo en la pequeña cama… quería que descansara mas.

Logre zafarme de su abrazo, y salí de la pequeña habitación con mi bolso al hombro.

Fui al baño, tome una ducha larga y aproveche para lavar mi cabeza adolorida. Ese golpe debió haber sido muy duro para dolerme a este nivel.
Al fin salí del baño, me puse un short azul, una franela gris y unas zapatillas de playa.

Imagine que todavía muy temprano ya que Rachel, la hermana de Jacob, no estaba en la cocina para hacer el desayuno.

Como no había nada que hacer en esta acogedora pero pequeña casita, Salí sin rumbo para caminar por la orilla de la playa.

Me saque las zapatillas en la entrada de la puerta de la casa de los Black y camine sintiendo la arena un poco caliente bajo mis pies. Deje que mi mente divagara un rato, pero lego un pensamiento a mi cabeza que por lo visto no podía evitar más tiempo.

Los Vulturis vendrían. Yo no me preocupaba, pero por algún motivo mi familia sí. Es obvio que vienen por algo en lo que yo estaré involucrada, ya que la tía Alice no podía ver el resto de la visión, y eso imagine que la tendría frustrada, ya que la hacía sentir normal y a ella no le gustaba.

También quería interpretar mis dos últimos sueños, similares pero a la vez totalmente diferentes.
En ambos están los Vulturis, pero en uno me advertían que me fuera con ellos o destruirían a mi familia. ¿Y si el sueño era cierto?, yo me iría con ellos para salvar lo que más aprecio. ¿Y luego como escaparía de ellos? Para eso nadie tenía respuesta.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no note que alguien se acercaba, hasta que sentí una mano en mi hombro que me hizo saltar del susto.

—Así tendrás la conciencia. — Dijo Jacob sonriendo— ¿Por qué no me despertaste?, viniste para que pasáramos tiempo juntos.

—Lo sé, lo sé pero te veías tan tierno durmiendo que no quise molestarte.
Jacob puso los ojos en blanco y me tomo de la mano para caminar junto a mí.

— ¿Qué pensabas? — sonreí, esas preguntas me recordaban a papá con mamá. 

—Solo en nuestra futura visita—dije haciendo un gesto de disgusto.

— ¿De que hablas? — dijo frunciendo sus cejas.  

—Tú sabes, que vienen los Vulturis. —Note que a Jacob se le fue la sangre del rostro y le temblaron las manos levemente. — Tranquilízate Jacob Black— se le pasaron los temblores.

—Si lo sé, pero es que vienen esos malditos chupasangres que tanto odio, y de paso…— murmuro algo tan bajito que no lo pude comprender, fue algo así como ‘Pone en peligro a mi razón de vivir’, pero no podía estar segura y por eso no dije nada. Estuvimos callados un rato.

—No te preocupes por ellos, no te harán daño.

—No me preocupo no les doy importancia, me preocupa más mi familia. Es que tuve un sueño, que pienso que tiene un significado.
Le mostré mi sueño aprovechando el contacto con su piel, ya que nos tomábamos de las manos. El estaba muy serio mientras veía mis sueños como su estuviera recordando algún sueño de él.

—No te preocupes— volvió a repetir, pero por alguna razón no podía hacer lo que me pedía. Mi familia incluyéndolo a él eran los mas importante para mí.

Jacob era mi amigo, mi confidente, mi todo al igual que mi familia. Y lo que más me daba miedo era que le pasara algo a esos nueve seres tan importantes para mí.
Todos esos pensamientos fueron transmitidos por mi don a Jacob, y por eso el me abrazo como para consolarme y me beso la frente.

—No te preocupes por nosotros, preocúpate por ti, también eres lo más importante para mí— Dijo eso con un tono tan dulce que me hizo sonreír y desear quedarme así, entre sus brazos por mucho tiempo. Pero el me soltó.
No le hice caso y volví a tomar su mano, para seguir caminando.

—vamos a desayunar, van a ser las once de la mañana.

—Pensé que era más temprano, ni Rachel estaba despierta.

—Claro que ya estaba despierta, pero salió a ver a Paul. Ya sabes son novios y toda la cosa.

—Sí, claro—Dije sonriendo— que hermano tan celoso, no conocía eso de ti.

—No son celos, solo que es Paul y no otro, o simplemente nadie. —dijo haciendo una mueca. —aunque eso me libra de estarle mintiendo de que yo sea un licántropo.

—Celoso—dije conteniendo la risa.

—Tal vez sí, pero la que celo no es a Rachel. — no entendí eso y por eso no hice más comentarios al respecto.

Volvimos a la casa, y Jacob se puso a hacer unas tostadas. Tuve que ayudarlo ya que dejaba desastre a su paso, ¿Por qué sería tan desordenado?
Al fin nos sentamos a desayunar, el hizo unas buenas tostadas y yo deje todo reluciente. Éramos un buen equipo.

—Terminamos aquí, y te llevare a casa— dijo con gesto ausente.

— ¿Por qué tan rápido? ¿No quieres estar conmigo? — dije haciendo pucheros.

—Si quiero, y lo sabes. Pero… debo ganarme puntos con Edward si quieres volver a venir. — Dijo haciendo una mueca— estoy sintiendo un deja vú. Por cierto ¿Qué tal tu cabeza? Lo siento debí haberte cuidado mejor. Voy a matar a Seth, fue su culpa.

—Ya cállate, fue un accidente. Y no fue culpa de Seth fue mi culpa por distraerme. Me duele un poco pero estoy mejor. —dije dejando ver todos mis dientes en una sonrisa.

El me devolvió la sonrisa y siguió comiendo.

—Nessie, pronto viene tu cumpleaños.

—Lo sé, y no es pronto es dentro de cinco días. —dije ocultando mi emoción pero igual la noto.

—Debemos hacer algo memorable, ya que es tu primer cumpleaños en Forks desde hace tres años.

—Es cierto, hablare con la tía Alice para que planeemos algo entre los tres.

—Eso está bien, ¿Cuándo lo planeamos?   

—Tú me dices, y yo le digo a ella.

— ¿Qué te parece el día de hoy?

—Por supuesto, es una cita— dije picándole el ojo y feliz. Me gustaba tener a Jacob conmigo.

Luego de terminar nuestro desayuno nos montamos en su auto, y yo prendí la radio e iba cantando lo que escuchaba y Jacob iba sonriendo.

Llegamos a casa (bueno la casa grande, la pequeña era la cabaña) y nos bajamos del auto, subí los tres escalones a toda prisa y entre.

Mamá y papá veían la televisión con gesto ausente y cuando me vieron cruzar la puerta corrieron hacia mí tan rápido que para cualquier humano hubiesen sido un borrón.

— ¿Qué te paso en la cabeza? —Dijo papá preocupado.

— ¿Cómo lo sabes, si no vengo pensando en eso? — pregunte, aunque ya sabía la respuesta.

—Jacob viene casi gritando lo que piensa—dijo con tono muy feroz, ¿en qué estaría pensando Jacob?

—Ya cálmense, ella está bien y no fue mi culpa. Y su hubiese podido lo hubiera evitado, lo sabes bien Bella.

— ¿Cariño te duele? —pregunto mamá con tono dulce y a la vez preocupado.

—Ya no.
La tía Rosalie bajo las escaleras a toda velocidad y vino hacia nosotros.

—Ese perro no te sabe cuidar cariño. —dijo acercándose a mí para darme un abrazo.

—Tía Rose, no le digas así—dije con gesto obstinado.

—Sí, ya sé que no te gusta. Pero… es que es cierto.

—Ustedes, TODOS se preocupan demasiado. Relájense, no tengo nada, no me pasa nada y no me pasara nada— dije forzando una sonrisa, aunque ya me obstinaba que se preocuparan tanto por cosas tontas como el golpe de mi cabeza, se que lo hacen porque me aman pero en este caso no es para tanto. 

En este momento sería bueno tener al tío Emmett cerca para que le ponga un poco de humor a tanta preocupación.
En fin era hora de hacer a lo que vine.

— ¿Dónde está la tía Alice? Necesito hablar con ella seriamente— dije con una sonrisa.

—Aquí princesa— escuche su dulce voz como campanitas tintinando que provenía de su habitación.

—Ya vengo familia— tome a Jacob de la mano para guiarlo escaleras arriba.
Me encamine hacia la puerta de la habitación a la que me dirigía y toque.

— ¿Puedo entrar?

—Claro linda— dijo mientras ella misma abría la puerta y nos invitaba a entrar.

El tío Jasper estaba ahí, lo salude con un abrazo al cual correspondió con cariño. El tío Jasper era una persona muy callada y casi nunca el centro de la atención, pero conmigo y la tía Alice era cariñoso, gracioso y preocupado al igual que los demás.
Me senté junto a él en la cama para hablar con la tía de unos de mis temas más importantes.

—Tía Alice, ¿Qué haremos para mi cumpleaños? — le sonreí con ganas y ella me respondió con otra sonrisa más grande que la mía.

—Que hermosa sobrina, te pareces mas a los Cullen que a los Swan.

—Escuche eso— dijo mamá que estaba en la sala.

—Eso pretendía hermanita— dijo la tía Alice con la misma sonrisa. Escuche las carcajadas de papá y el tío Emmett.

—En fin, ¿Qué podríamos hacer, que sea memorable? — mire a Jacob y me correspondió la sonrisa que permanecía en mi rostro.

—Bueno princesa, antes de sentarnos un muy buen rato en planear la mejor fiesta que una adolescente pueda tener debemos ir a cazar, se que tienes días sin hacerlo y ya es hora.

—Tienes razón no lo había notado pero, ya tengo sed.

—Perfecto cazaremos y luego a planear una fiesta, iremos de compras cariño.

—Perfecto —respondí con alegría verdadera.

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