Capitulo 3

La escuela.

Apenas iba llegando, y ya estaba inscrita para la escuela. Supuse que habría dinero de por medio, no me sorprendería. Papa me compro un bolso hermoso para la escuela y la tía Alice más ropa nueva que pondría en mi armario mas tarde. Como tenia la apariencia de una chica de dieciséis años me buscaría una licencia de conducir. No me avergonzaría que mis padres me lleven a la escuela pero es más adecuado para un adolescente de “mi edad” exigir su auto y licencia, y es que también me moría por conducir. El tío Jasper se encargaría de eso con J. Jenks, el pobre hombre tendría que pasar de nuevo por ese miedo que lo invadía en presencia de mi tío.

Estaba preparando mis cosas para mañana cuando me llamo mama para que bajara, baje las escaleras y vi de que se trataba. Ahí sentado en el sofá blanco estaba el abuelo Charlie hablando con mamá. Estaba igual, al verlo me emocione y corrí a una velocidad razonable para no exaltarlo y me tire en sus brazos, el se sorprendió al principio pero me correspondió. Alce la cabeza para mirarlo y le sonreí tal y como hacia cuando era una niña.

—Te estás pareciendo mas a tu madre cariño— me dijo en respuesta de la sonrisa, y me beso los cabellos.

—Estas equivocado papa, se parece a Edward— dijo mama, con una expresión que no entendí.

—Lo que digas cielo— le dijo el abuelo en tono sarcástico. En ese momento note la presencia de otras personas fuera de la casa. —Abuelito, ¿trajiste a alguien contigo? ¿Estás Jacob por aquí?

—No cariño, ¿por qué lo dices? —no le iba a explicar que sentía gente cerca, no le gusta que le expliquen las cosas que no son necesarias saber. — no por nada, es que esperaba que Jacob viniera.

Nos pusimos a conversar un rato, me pregunto sobre Alaska. Que como era y cosas así. También me pregunto si prefería Alaska, cosa que le respondí directamente con que prefería Forks. Estuvimos un buen rato hablando, cuando sentí que alguien se aproximaba a la puerta. Mire a papá y pensé que a lo mejor sería Jacob. El asintió y yo le sonreí.

En ese instante tocaron la puerta y me disculpe con el abuelo y corrí a abrirla. Y ahí estaba el mirándome con su hermosa sonrisa blanca y su piel rojiza tal y como lo recordaba a mi querido amigo.

— ¡Jacob! — lo abrace con fuerza y él me correspondió pero tiene tanta fuerza que me quito todo el aire y me estaba ahogando— no puedo respirar.

—Ups, lo siento Nessie— lo invite a pasar y lo tome de la mano.

—Hola perro, apestas más que nunca— le había dicho la tía Rose y yo me carcajee. A mí no me molestaba el olor de Jacob pero obviamente a los demás sí. —debiste tomar una ducha antes de venir, apestas de verdad.

—Hola rubiecita, también es un gusto volver a verte. — había dicho Jacob poniendo los ojos en blanco. Luego saludo a los demás con un gesto de la mano y se detuvo en mamá a quien abrazo con casi la misma fuerza que conmigo. —Hola bella— Jacob le sonrió a mama y ella le devolvió la sonrisa.

Escuche como el abuelo le preguntaba a papá— ¿porque Rosalie le dice eso a Jacob?, yo no huelo nada— y papa le respondió sonriendo— cosas que no quieres saber.

Jacob hizo lo mismo que el abuelo me pregunto sobre Alaska, y los del clan Denali. En todo este tiempo no se le había quitado la mala costumbre de llamarlo chupasangre eso me molestaba.

—Jacob no les digas así, no me gusta ellos son como mi familia. Además si ellos son chupasangre yo también, ¿olvidas de que me alimento? — de verdad me enojaba cuando los llamaba así.

—Lo siento Nessie es que como tú dices es un mala costumbre, ya verás no les diré mas así si tu no quieres. — por alguna razón Jacob desde que recuerdo siempre me complace en todo, si quería jugar jugaba conmigo, si quería dormir dormía conmigo, si quería algo me lo daba como fuese. Me siento una malcriada cuando recuerdo esas cosas.

—Jacob iré mañana a la escuela ¿no es grandioso? — le había dicho con emoción— ¿Para que, si tu sabes más que todos esos chicos que están allá?

—Es una idea de el abuelo Carlisle y mamá, si no fuese por la escuela no estuviera de regreso a Forks.

—bueno me parece estupendo— me dijo sonriendo— quieres ir mañana a la reserva, podrías ver a los chicos de la manada.

—por supuesto, los extraño demasiado. — pensé en cómo debía estar Seth, debió haber crecido demasiado.

Estuvimos hablando un buen rato, hasta que bostece me miro me beso la cabeza y me dijo que fuese a dormir que mañana tenia escuela y debía hablar con mamá. Le hice caso me despedí de mi familia y fui a dormir.

La mañana siguiente, desperté eufórica con deseo de conocer gente nueva. Nunca pensé que me gustaría estar en la escuela hasta que el abuelo Carlisle me dio la idea. Me levante de un salto y note que al pie de mi cama había una camiseta y unos jeans con una nota que decía: te veras hermosa con esto, el color rojo resaltara el color de tus ojos y de tu cabello. Alice.

Le sonreí a la nota y me puse la blusa roja de manga tres cuartos y los jeans azul intenso, la tía Alice tenía razón. Me di una mirada en el espejo me peine mis risos y me vi satisfecha, agarre mi bolso y fui escaleras abajo para tomar el desayuno.

Y ahí estaban todos para acompañarme a desayunar, parecía una mañana corriente a diferencia de que, bueno me iba a la escuela. Sola. Me entro pánico, y sentí una mano en mi hombro voltee y vi a papa sonreír y me susurro al oído—no te preocupes todo saldrá perfecto—  ¿cómo sabes que saldrá perfecto, si nadie puede ver mi futuro? — porque a tu siempre nos sorprendes para bien cariño— y me dio un beso en la mejilla.

Aun así seguía preocupada, y si estando allá necesitaba de mis padres. Siempre había tenido a mi familia a mí alrededor para lo que necesitara, y ahora estaría sola. Ya veremos cómo sale todo.

Ya era hora de irme, y tome las llaves del nuevo Mercedes de mi abuelo. Papa me tomo la mano y lo mire. — ni creas que te irás en auto tu sola el primer día.

—Pero porque si es lo normal— dije

—pero tú no eres normal cariño, además nunca has manejado antes. Cuando llegues de la escuela te daré una clase para qué mañana vallas en auto tu sola.

—Mejor la enseñare yo cariño— dijo mama conteniendo una sonrisa que al final no puedo evitar.

—sigues preocupándote por mi forma de conducir— afirmo papa— en realidad no, o por lo menos no conmigo pero con Nessie… si me preocupa.

Papa le sonrió con ganas y la beso dulcemente mientras yo me sentaba en el asiento del copiloto esperando a papa. El trayecto a pesar de quien manejo fue un poco largo pero cuando finalmente llegamos sentí un nudo en el estomago y papa me acaricio la mejilla para tranquilizarme. Lo mire y me dijo— ya no te preocupes mas todo estará bien.

Me baje del auto todavía con los nervios de punta y me dirigí al que pensé que sería la oficia de administración, di mi nombre y apellido y me dieron mi horario.

Me tocaba a primera hora Biología entre y el profesor que no sabía cómo se llamaba me presento: —Chicos ella es Renesmee Cullen será su nueva compañera, hagan que se sienta conforme con esta escuela— todos me observaron y me sonroje por tanta atención.

Me senté en medio del salón en el único puesto libre, compartiría la mesa de laboratorio con un chico.

—eh, hola— dije por ser cortes, el me observo y pareció sorprendido de verdad era lindo de rostro cuadrado, ojos cafés y cabello café, era musculoso más que muchos chicos de aquí. Al fin pareció reaccionar.

—Hola, soy Christian Connel, es un placer conocerte— dijo entusiasmado y ofreciéndome su mano.

Esto de verdad me dio pánico, y si no podía controlar mi don. Creería que soy una fenómeno, sin embargo estreche su mano sin enviarle nada y pues creo que funciono. Me sonrió y yo le devolví la sonrisa diciendo— soy eh, Renesmee Cullen.

—si lo sé, y dime ¿de dónde vienes?

—de Alaska, ahí viví con mis tíos y padres.

—Alaska, que interesante. ¿Y porque viniste a Forks?

—porque mis padres querían volver, yo nací aquí y luego nos mudamos cuando yo tenía unos cuatro años.

—ya veo, yo soy de Detroit vine aquí hace un par de años, y ya me acostumbre a que siempre sea frio, claro ya tu estas acostumbrada vienes de Alaska.

—eh... si— hasta hoy no me había dado cuenta de lo tímida que soy, tal vez porque no me había familiarizado con nadie más que vampiros y aparte los conozco desde niña.

Pero esto es muy diferente. Al terminar la hora de biología tenia ahora algebra y para ser sincera no sabía donde quedaba el aula.

— ¿donde tienes la siguiente clase? — pregunto Christian.

—algebra... Pero.

— ¿sabes llegar? Si quieres te acompaño.

—no quiero ser una molestia, de verdad

—No es molestia Renesmee, tómalo como un favor— y me sonrió con ganas, me sentí alagada al ver esa sonrisa.

—de verdad no te quiero retrasar

—No te preocupes por eso— y me guiño el ojo y por alguna razón yo me sonroje.

El resto del día fue algo parecido, conocí gente nueva, sobre todo una chica llamada Nathaly muy simpática, y ella y Christian eran amigos y por eso ambos me acompañaron a comer en el almuerzo. Tuve gimnasia donde destaque por mis grandes habilidades y luego de más clases aburridas era hora de ir a casa.

Estaba esperando a papa cuando alguien me toco el brazo

—oh, hola Christian— el me saludo con un gesto de la mano.

—con quien te vas, ¿no tienes auto? Te puedo llevar— dijo señalando su auto. Era un Mustang 1990

—no te preocupes, viene mi padre por mi o un amigo— en realidad no sabía quien vendría por mi, porque se suponía que hoy iría a la Push a ver a mis amigos.

—¿estás segura? No tengo problemas en dejarte en tu casa, solo dame la dirección— en ese momento escuche la moto de Jacob y al fin supe con quien me iba.

—no ya vinieron por mí, de todas formas gracias— cuando me iba el me detuvo para darme un beso en la mejilla y se despidió.

En ese momento llego Jacob quien me dio su casco y me ayudo a montarme en su moto, se le veía un poco molesto aunque no estaba segura le toque la mejilla para “mostrarle” lo que me encantaba esa moto y le di un beso en mejilla y ahí se fue su mal humor de su semblante. Y ahí arrancamos a la Push a ver las cosas y personas que tanto extrañaba.